En la convergencia entre IT y OT, la productividad y la vulnerabilidad viajan por el mismo cable.
A medida que la industria se digitaliza, los sistemas que nunca fueron diseñados para conectarse ahora enfrentan amenazas que evolucionan más rápido que su protección. La automatización, la inteligencia artificial y la analítica en tiempo real impulsan la eficiencia industrial, pero también abren grietas en la superficie de ataque más olvidada del mundo digital, el piso de producción.
Los ataques dirigidos a sistemas industriales ya no son incidentes aislados. Desde sabotajes silenciosos en líneas de ensamblaje hasta intrusiones que paralizan plantas químicas o de energía, la frontera entre ciberataques y seguridad física se desdibuja.
El resultado: Un entorno donde el ransomware puede detener turbinas, manipular válvulas o alterar la calibración de un PLC con las mismas consecuencias que un desastre operativo.
La brecha IT/OT: Una integración que trajo nuevos riesgos
Aunque la inversión en ciberseguridad industrial ha crecido, los avances no alcanzan la velocidad de la amenaza.
Según el informe Dragos OT/ICS Cybersecurity Year in Review 2025, más del 80% de las organizaciones industriales siguen operando con equipos OT sin soporte o sin posibilidad de parcheo, y más de la mitad carecen de visibilidad en tiempo real sobre su infraestructura de control.
El problema no es solo tecnológico, sino estructural.
Históricamente los sistemas OT controladores lógicos programables (PLCs), unidades SCADA o interfaces HMI fueron diseñados para operar aislados, priorizando la disponibilidad sobre la seguridad. Pero la presión por optimizar, monitorear remotamente y conectar todo a la nube cambió las reglas del juego.
Hoy, una sola conexión VPN mal configurada entre una red corporativa y una planta puede abrir la puerta a un atacante con privilegios de administrador sobre procesos físicos.
Los PLCs y la falsa sensación de seguridad
Los PLCs y controladores industriales se han convertido en el eslabón más débil de la seguridad OT. Muchos carecen de autenticación, registro de eventos o mecanismos de actualización.
Estudios recientes han identificado miles de vulnerabilidades activas en dispositivos de proveedores como Siemens, Schneider Electric y Rockwell Automation.
Estas fallas no solo permiten ejecución remota de código, en algunos casos pueden manipular directamente parámetros físicos. Grupos de ransomware como Ghostforge han aprovechado vulnerabilidades en firmware industrial para interrumpir procesos de manufactura, demostrando que la seguridad OT no puede depender únicamente de los firewalls de IT.
Estos ataques confirman lo que advierte el informe Dragos Industrial Ransomware Analysis: Q2 2025: los grupos de ransomware que apuntan a entornos industriales aumentaron un 87% respecto al año anterior, con tácticas más centradas en interrumpir procesos físicos que en cifrar datos.
La convergencia IT/OT: una unión funcional, pero peligrosa
La digitalización industrial ha traído beneficios indiscutibles, eficiencia energética, mantenimiento predictivo, reducción de costos. Sin embargo, cada sensor IoT y cada conexión API añade un nuevo vector de exposición.
Las principales causas de riesgo incluyen:
- Dispositivos heredados (legacy) imposibles de parchear sin detener operaciones.
- Conectividad remota no supervisada, muchas veces a través de proveedores externos.
- Falta de segmentación de red entre entornos industriales y administrativos.
- Ausencia de inventarios precisos, lo que deja sistemas críticos “invisibles” al CISO.
El resultado es un ecosistema híbrido donde los paradigmas de seguridad IT como antivirus, SOC o gestión de vulnerabilidades no se adaptan a entornos donde detener una máquina puede costar millones por hora.
Defensa en profundidad adaptada a OT, el nuevo modelo
La industria está aprendiendo que no basta con replicar modelos IT. El futuro pasa por un enfoque “defense-in-depth” que abarque desde el perímetro digital hasta el firmware del dispositivo.
- Visibilidad total: no se puede proteger lo que no se conoce. Herramientas de descubrimiento pasivo y monitoreo de red industrial (como Nozomi Networks o Dragos Neighborhood Keeper) permiten mapear activos sin interrumpir la producción.
- Segmentación funcional: separar las redes OT críticas de los entornos corporativos mediante microsegmentación y zonas seguras.
- Protección en el endpoint industrial: tecnologías emergentes como las de NanoLock Security integran control de firmware y bloqueo de modificaciones no autorizadas directamente en el dispositivo.
- Resiliencia y recuperación rápida: mantener “versiones seguras conocidas” de firmware y configuraciones es clave para minimizar el impacto post-ataque.
- Capacitación y cultura: el error humano sigue siendo responsable de más del 60% de los incidentes OT. Invertir en conocimiento técnico y en protocolos de respuesta es tan importante como adquirir nueva tecnología.
De la seguridad reactiva a la inteligencia operativa
El próximo salto en ciberseguridad industrial no será tecnológico, sino cognitivo.
Las empresas más avanzadas ya están incorporando inteligencia de amenazas específica para OT, cruzando información de incidentes globales, vulnerabilidades en firmware y patrones de ataque.
Este tipo de inteligencia contextual permite anticipar campañas dirigidas y bloquear tácticas adversarias antes de que alcancen la planta. La última versión del marco MITRE ATT&CK for ICS v13 amplía las tácticas y técnicas conocidas en entornos industriales, ayudando a estandarizar la detección de amenazas y fortalecer la respuesta operativa.
Conclusión: proteger la transformación antes de que se detenga
La ciberseguridad OT ya no es un problema técnico, sino un asunto estratégico de continuidad operacional y soberanía industrial. La madurez digital trajo eficiencia, pero también una dependencia crítica de sistemas vulnerables.
En los próximos años, las organizaciones deberán responder una pregunta clave: ¿Estamos modernizando nuestras plantas más rápido de lo que podemos protegerlas?
El viaje hacia un futuro industrial seguro no tiene fin, pero sí una dirección clara, integrar la ciberseguridad OT como núcleo de la transformación digital. Quienes lo entiendan a tiempo no solo evitarán ataques, sino que liderarán la nueva era de la manufactura resiliente.


